TDAH = Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

miércoles, 27 de diciembre de 2017

Entrevista a Rafael Guerrero. Trasteando en la escuela





TRASTEANDO EN LA ESCUELA.

Hola. Esto que vais a escuchar es el capítulo 17 de "Trasteando en la Escuela" del 8 de diciembre de 2017. Yo soy Marta Ferrero y este es el podcast que acompaña al proyecto "Trasteando en la Escuela".
Nuestro protagonista hoy es doctor en Educación y psicólogo. Se llama Rafael Guerrero y dirige el Centro Darwin Psicólogos. Con él vamos a hablar del Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad o TDAH.

Vamos con la entrevista de Trasteando

Queríamos hablar contigo de muchos asuntos,  a ver de cuánto nos da tiempo.

Lo primero cuéntanos un poquito a qué se dedica el centro Darwin.

En nuestro centro lo que hacemos es atender a niños, adolescentes y adultos que van atravesando por un momento difícil de su vida, niños y adolescentes con algún conflicto que puede ser de tipo académico, alguna dificultad de aprendizaje, por ejemplo, o también hay niños que tienen alguna situación de tipo emocional, de tipo social, También hay veces que nos encontramos con dificultades con los padres, sobre todo una vez llegada la adolescencia, que suelen surgir muchos conflictos, y eso es lo que solemos trabajar. Trabajamos con TDAH, también con depresión, ansiedad, situaciones traumáticas,...Intentamos, desde el cariño, la paciencia y el tiempo, acompañar a estas personas que están pasando por un momento delicado de su vida.

Cuéntanos cómo definirías o cómo le explicas a una familia que llega y a la que le tienes que contar el diagnóstico de su hijo como TDAH. Cómo les explicas qué es exactamente.

El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo, que es como lo define el DSM5, que es el manual que clasifica todos los trastornos mentales como los trastornos psiquiátricos. De una manera así muy sencilla, es decir, que el TDAH es un problema de inmadurez mental. Esto quiere decir que el nivel de procesamiento de la información en un cerebro con TDAH es mucho más lento e, incluso, en algunas ocasiones, más deficitaria que si comparamos a ese niño, o a ese adolescente o a ese adulto, también con personas de su misma edad. Lo que nos encontramos en el caso del TDAH es que la capacidad para procesar la información, para pensar, para relacionar ideas, gestionar las emociones, los impulsos, es mucho más lento que si lo comparamos con otros niños o adolescentes de su misma edad. Y todo eso desemboca en lo que todos conocemos del TDAH: mi hijo tiene dificultades para concentrarse, para prestar atención, tiene dificultad para gestionar bien sus emociones, tiene muchos conflictos a nivel social, dificultades también con su memoria operativa, impulsivo, muy hiperactivo, no puede parar quieto… Eso es todo lo que se ve, de forma observable, más externo, eso es lo que podemos ver todos pero, en realidad, la raíz del TDAH es un cerebro que va mucho más lento en su maduración que lo se supone que debería ir.

¿Y es una cosa que se puede corregir o hay que aprender a vivir con ese problema?

El TDAH es un trastorno crónico. Esto quiere decir pues que el TDAH nace y se desarrolla con esta patología, con este trastorno, es un trastorno psiquiátrico. Los profesionales que trabajamos con personas con TDAH vemos que lo que tiene que aprender un niño, un adolescente o un adulto con TDAH, lo que tiene que aprender a hacer es adaptarse de una manera mejor, de una manera más adaptativa a su entorno. La patología está ahí, la patología va a estar ahí toda la vida, no es algo que uno  entre comillas “se pueda curar”. No es como un esguince que durante un tiempo, está convaleciente y, pasado unos días unas semanas o unos meses, uno ya puede volver a su actividad normal. El TDAH es un trastorno crónico, no tiene cura, no es que me guste el concepto de cura, pero para que nos entendamos, y entonces lo que tenemos que hacer nosotros como profesionales, lo que tienen que hacer los padres y, por supuesto, los maestros, el entorno más cercano al niño, es dotarle de estrategias, de herramientas y de apoyo, como darle las muletas durante el tiempo que lo pueda necesitar, pero vamos, es un trastorno crónico, y lo que hay que hacer es dotarle de herramientas, recursos, para que se pueda gestionar lo mejor posible. Es verdad que en cuanto les damos lo que ellos realmente necesitan, en aquellas áreas en las que ellos tienen un déficit la respuesta de los chavales con TDAH es extraordinaria. Eso es lo que nos demuestra tanto la investigación como la clínica, en cuanto les damos las muletas metafóricas de las que estamos hablando, los niños con TDAH salen adelante sin ningún tipo de problema. Hay dificultades cuando no están recibiendo lo que ellos realmente necesitan. Si no tengo lo que necesito, si no tengo agua si no tengo comida, difícilmente puedo salir adelante.

Vamos a empezar con algunos de los problemas o de las cosas que suelen resultar polémicas cuando se habla de este trastorno. Para empezar, ¿es fácil diagnosticarlo?, ¿se confunde o se puede confundir con otro tipo de problema de aprendizaje?

Sí, hoy nos encontramos con dificultades a la hora de diagnosticar el TDAH como con cualquier otro trastorno. Encontrarnos en consulta con un niño o con un adolescente que está viviendo una situación problemática, consecuentemente, su familia también. La familia te llega a la consulta sufriendo, pasándolo mal en un momento de máxima alarma y máxima dependencia. Te necesitan, te necesitan sí o sí, por eso están ahí sentados en esa primera consulta. Hoy en día es algo que venimos denunciando desde hace bastante tiempo es que se están haciendo evaluaciones muy rápidas, están haciendo lo que se denomina evaluaciones exprés que no van a ningún sitio. Son evaluaciones que se hacen así un poco por encima en quince minutos, y esto conlleva unas repercusiones bastante importantes y bastante negativas.
Como decías, a veces el TDAH se confunde con otras patologías. E incluso a veces el TDAH se confunde con algo a veces tan natural como es ser niño. Pero es importante que esta patología, este TDAH sea diagnosticado a partir de los primeros cursos de primaria. Es una auténtica burrada el estar diagnosticando a niños con TDAH antes de la etapa de primaria, niños de infantil que están diagnosticados con esta patología.
Y sí, hay otros trastornos, como puede ser el síndrome de alcoholismo fetal o por ejemplo, trastornos del apego, e incluso ansiedad o depresión, o momentos vitales que está viviendo el niño, que está viviendo la familia, que cursan con una inatención, con problemas para controlar su conducta, con hiperactividad, impulsividad, etcétera y, a veces, eso se confunde con TDAH. Por eso, es muy importante que hagamos una muy buena valoración con tiempo. No podemos evaluar el TDAH ni ningún otro trastorno en minutos, tenemos que dedicarle horas, mucho tiempo, mucho cariño para poder discriminar bien si se trata de un TDAH o de un Gilles de la Tourette o si se trata de una depresión. A veces los síntomas se confunden. Es más, el TDAH en un 70, 80 por ciento de los casos aparece con un segundo trastorno, por tanto, ahí se complica mucho más. Tenemos que dedicar tiempo, cariño y tenemos que respetar al paciente, no podemos hacer diagnósticos a la ligera. 

Puede suceder que haya muchos niños que simplemente son nerviosos, son niños, como explicabas, que los han metido en ese cajón, en esa etiqueta del TDAH y un montón de niños que tengan de verdad ese problema y a los que no se haya detectado, puede pasar las dos cosas.

Claro, nosotros solemos decir que ni están todos los que son, ni son todos los que están. Nos encontramos con niños que están siendo diagnosticados con TDAH que están mal diagnosticados, que no se les ha dedicado el tiempo y el cariño suficiente, y luego también nos encontramos con niños que están funcionando como buenamente pueden por los distintos contextos escolares y familiares que tienen un TDAH y no se les están dando las herramientas, las estrategias que realmente necesitan. Por tanto, tanto en una dirección como en otra, ahí tenemos que afinarnos los clínicos y los profesionales que estamos en relación con el TDAH, tenemos que afinar porque se nos están escapando algunos niños y otros estamos diagnosticando mal.

Y desde el punto de vista del tratamiento, ya que no hay curación porque es una cosa crónica como nos explicabas, ¿tiene que pasar siempre por el tema de fármacos, por las pastillas, o solamente terapia o les hace falta una ayuda para el aprendizaje en la escuela y otra diferente para adaptarse al resto de los factores de la vida?¿Cuál es el tratamiento de estos niños?

Tratamientos hay muchos, cuanto más multidisciplinar mejor. Como decíamos antes, el TDAH es un trastorno crónico, eso implica que el TDAH es TDAH en todos los contextos. Igual que la persona que es ciega es ciega en su puesto de trabajo, que cuando llega a casa de repente no ves, sino que sigue siendo ciega, el TDAH o cualquier otro trastorno psiquiátrico le pasa exactamente lo mismo.
Tratamientos hay muchos. Lo que reconocen hasta los propios psiquiatras es que solamente el tratamiento medicamentoso, el tratamiento farmacológico, no es suficiente. En ocasiones es verdad que los niños necesitan ese trampolín, esa ayuda para que se centre, para que esté más tranquilo, a veces, eso es necesario, y ahí están los médicos los neurólogos, los pediatras, los psiquiatras, para medicar esa farmacología, pero es insuficiente. Todos llegamos a esta misma conclusión. Podemos abogar por medicación sí, medicación no, pero el profesional veremos qué es lo que piensa, pero lo que está claro es que la medicación sola no enseña y lo que tenemos que dar al alumno, al niño son estrategias y la medicación no te cura, la medicación es una ayuda, un trampolín. Tratamientos, muchos… tratamiento psicológico seguro. Tanto la familia como el niño tienen que llevar a cabo un tratamiento psicológico, en algunos casos, como decíamos, el tratamiento farmacológico, y luego hay otro tipo de intervenciones que se pueden llevar a cabo. Lo que está claro es por ejemplo, la psicoeducación, explicar a la familia y al propio niño la dificultad que tienen: esto se llama TDAH, tiene esto, por eso te comportas de esta manera, reaccionas así ante otras situaciones... Explicarle al niño y a la familia qué es lo que le pasa. También es muy importante, que los padres estén informados. Tratamientos existen muchos, lo que está claro es que el tratamiento psicológico tiene que estar en todos los casos y, bueno, que todos estemos formados, tanto los padres como los profesores, como el propio niño que sepan qué es esto del TDAH y qué implicaciones tiene, para ajustar bien las expectativas.

Y ya para terminar, hace 30 años ya nadie había oído hablar del TDAH no sé si es una cosa que ahora oímos hablar mucho y hay muchas personas diagnosticadas porque sabemos lo que es, o hay más. Quiero decir, hace 30 años también había mucha gente que tenía TDAH y no lo sabíamos o ¿está subiendo por algún motivo el número de personas afectadas por esto?

Bueno, los números son más o menos estables, es decir, nos estamos encontrando con que ahora mismo vivimos en la era de la información, la era del clic y todos estamos informados. Hace décadas o incluso, hace siglos, nos encontrábamos con que solamente la Iglesia era la que tenía el conocimiento, toda la información. Hoy en día, nos encontramos con que la información está a golpe de un clic y todos podemos acceder a muchísima información y además muy variada. Esto es como si últimamente nos hacemos la pregunta de, bueno, últimamente se escucha mucho el concepto de bullying y el concepto de niños que están siendo abusados, por ejemplo, abusados sexualmente. Bueno, esto ha existido siempre, pero un día estamos mucho más concienciados, estamos más con la alerta puesta y se diagnostica no solamente más TDAH sino que también se diagnostica otro tipo de dificultades, patologías o situaciones. Hoy en día estamos muy alerta con muchas situaciones a nivel social, cultural y educativo, pero los números no han variado, las ayudas, las muletas que tenemos hoy en día no son las que había hace 30 o 40, ni 50 años.

Es verdad que hablamos mucho de niños con TDAH y no se habla mucho de adultos con TDAH.

Claro, esto viene un poco a reforzar lo que comentábamos ahora. Ahora lo que nos estamos encontrando es que muchos papás y muchas mamás nos están consultando a raíz de que han llevado a su hijo o a su hija al pediatra, al psicólogo, lo han diagnosticado al hijo o a la hija de TDAH y entonces bueno como sabemos que un peso importante del TDAH tiene que ver con la parte genética. El profesional les habrá preguntado: y usted cuando era pequeño… vemos que los síntomas coinciden que yo cuando era pequeño, pequeña era exactamente igual como ahora se está comportando mi hijo o mi hija. Entonces ahora se está empezando a diagnosticar mucho más el TDAH en adultos, por esa parte genética que decíamos y por toda la información que tenemos hoy en día. Estamos diagnosticando a personas tardíamente, a adultos tardíamente a raíz de que sus hijos están siendo diagnosticados de TDAH.

Claro, y te dicen pues si yo era así y a mí no me hicieron ni caso, ni me prestaron atención, ni me ayudaron ni nada. 

No me hicieron ni caso y no me ha pasado nada. Sí, efectivamente, si muchas veces pasar no pasa nada, pero si podemos dotar de estrategias y de herramientas a nuestros chicos pues mejor que mejor. Si me hago un esguince y resulta que no hay ninguna muleta para que lleve pues lo llevaré como buenamente pueda y salgo adelante, claro, si siempre salimos adelante. El cerebro, la mente humana está preparada siempre y está dirigida hacia la sanación, hacia la curación, entonces adelante siempre salimos, pero bueno si podemos facilitarlo y dar unos recursos que hagan que ese trayecto, ese paso por el desierto sea más agradable, pues bienvenido sea.

Pues terminamos ya y nos quedamos con lo principal que no se debe diagnosticar a la ligera, ni con un test de 5 minutos, que hay que tomarse esto en serio y porque a estos niños les hace falta ayuda, si de verdad les hace falta, y hay muchos que a lo mejor nos pasan desapercibidos con este tipo de test. 
Rafael Guerrero, ¡muchísimas gracias!

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