TDAH = Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

sábado, 29 de junio de 2013

PAUTAS PARA UN NIÑO/A CON DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD EN CASA Y EN EL AULA

PAUTAS PARA UN NIÑO/A CON DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD EN CASA


La familia es muy importante en la educación de un niño o niña con TDAH.
1.- Anticípale lo que ocurrirá, las consecuencias de sus actos.
El niño tiene dificultad para prever la consecuencia de algunos de sus actos: enseñar al niño que debe colocar el vaso en medio de la mesa, porque si lo coloca muy al filo con sus movimientos puedo tirarlo. Estas situaciones resultan muy frustrantes al niño. Estas situaciones ocurren de manera reiterada, por lo que se genera una situación de tensión
2.- Dile “cómo hacer las cosas”. Esto evitará frustración y tensión.
La reiteración de consecuencias “desastrosas” genera situaciones de tensión, no sólo en el niño/a sino también en los padres y hermanos y otras figuras del entorno, y el niño termina etiquetado.
3.- Evitar “etiquetar” al niño.
Es recomendable que los padres vayan un paso por delante del niño y le enseñen “cómo” debe hacer las cosas: cómo debe colocar el vaso en la mesa, de qué manera debe cogerlo, cómo debe agarrar un plato si es que voy a ayudar a poner la mesa...
4.- Planifica sus acciones y actividades: le proporcionará seguridad.
Saber cómo hacer las cosas ayuda mucho al niño a aprender a planificar sus acciones y le da mucha seguridad también, porque no sólo le guía sino que le permiten conseguir un logro
5.- Ayúdalo a organizarse con un horario.
Todo lo que es planificación, organización, actividades organizadas en un horario, ayudará al niño. El tiempo en el que el niño no tiene nada que hacer, y entonces empieza a generar más desorden en la casa.
6.- Procura que tenga ciertas actividades para estar ocupado, sin saturarlo.
El tiempo sin nada que hacer no sólo genera desorden sino también mucha tensión entre madre e hijo. La agenda de un niño hiperactivo no tiene que estar sobresaturada.
7.- el Karate y el Taekwondo pueden ayudarlo a controlarse.
Estas disciplinas ayudan mucho a los niños con TDAH, pues generan capacidad de regulación en el niño. La regulación desarrolla el control y la inhibición de la conducta, es decir, saber en qué momento puedo hacer algo y en qué momento no, en qué momento debo esperar y en qué momento debo proceder, en qué momento debo pensar antes de llevar a cabo una actividad.
8.- Ayúdalo a relacionarse “mediando” en el juego con sus amigos.
Cuando esté jugando con los amigos, por ejemplo, a un juego de mesa, al principio, tenemos que estar mediando: “te toca tu turno” o “te toca esperar, ahora le toca a tu amigo”. No hace falta sacarlo del juego, ni hay necesidad de sobrecargarlo con terapias. Debemos ser muy insistentes y constantes en marcar bien las pautas de control inhibitorio, planificación, de manejo de turnos, de espera, tolerancia.
9.- Ayúdalo a tolerar la “frustración” y a respetar los turnos.
Enseñarle a respetar los turnos y aquellas situaciones en las que se pueda sentir frustrado porque las cosas no salieron como él esperaba.
10.- Enséñale a lidiar entre “su expectativa” versus “su capacidad”.
Enseñarle a ajustar su expectativa frente a su capacidad de producción. La capacidad de producción está alterada por su pobre capacidad de planificación. En ocasiones se fijan la idea de conseguir un objetivo con perspectivas muy grandes y cuando ven que el resultado de su trabajo es muy pobre siempre se sienten frustrados.
11.- Ayudarlo a ponerse metas “a corto plazo”. Sus logros lo motivarán y prepararán para nuevos retos.
Siempre hay que trabajar mucho con metas a corto plazo, para que el niño vea que puede manejar la situación y conseguir metas. De esa manera, lograremos motivarlo para exigencias a más largo plazo. 

PAUTAS PARA UN NIÑO CON TDAH EN EL AULA


1.- Profesores, padres y terapeutas deben comunicarse y coordinar el trabajo con el niño
Es muy importante que el profesor/a diseñe un plan de trabajo y se coordine con el terapeuta, en el caso en el que el niño reciba terapia farmacológica y/o psicológica, y con los padres, los cuales ya estarán llevando un plan de trabajo.
2.- Dosificar la exigencia académica y conductual.
Se recomienda empezar dosificando las exigencias tanto en el plano pedagógico como en el plano de exigencias conductuales. Al principio, puede parecer que lo que estamos exigiendo al niño no corresponde a su edad cronológica ni al grado escolar, pero es una primera fase para estabilizarlo y manejar su motivación para que pueda alcanzar nuevos retos.
3.- Ponerle objetivos que pueda alcanzar, para motivarlo.
Su historial de fracaso es bastante alto, por lo que se requiere trabajar dosificando las tareas, haciéndolas más pequeñas para que las pueda manejar, terminar y conseguir los objetivos.
4.- Dosificar la cantidad de tareas y, en lo posible, reducir la carga.
Por ejemplo, la cantidad de sumas, si es que el niño está llevando a cabo una tarea de ese nivel o completar frases.
5.- El incremento de tareas debe darse de forma gradual.
Iniciar reduciendo la tarea a la mitad y gradualmente ir aumentando la cantidad de ítems en función de sus logros.
6.- El niño hiperactivo no requiere de un colegio especial.
7.- El profesor/a debe considerar que la capacidad del niño para planificar y organizar está alterada.
8.- Fijar metas más cortas sin alterar el currículo porque el niño es capaz de lograrlo.
Se requiere dosificar y trabajar con metas más cortas, pero el contenido curricular debe ser el mismo, porque la capacidad intelectual del niño está intacta.
FUENTE:

viernes, 28 de junio de 2013

EL CONGRESO SE SUMA A LA PETICIÓN DE UN DÍA INTERNACIONAL DEL TDAH



SERVIMEDIA. 26/06/2013
El Congreso de los Diputados aprobó este miércoles 26 junio, una proposición no de ley del Grupo Parlamentario de La Izquierda Plural en la que apoya la petición hecha por asociaciones de afectados de instaurar un Día Internacional del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, conocido también como TDAH, por sus siglas.
En la iniciativa, se insta también al Gobierno “a desarrollar medidas con las que mejorar la diagnosis y el tratamiento del trastorno por déficit de atención e hiperactividad”, favoreciendo su detección precoz y promoviendo un abordaje multidisciplinar y transversal del problema.
Igualmente, la proposición, enmendada por el Grupo Parlamentario Popular, aboga por estudiar la posibilidad de elaborar “un protocolo de actuación que implique a las administraciones sanitarias, sociales y educativas, respaldando y apoyando la petición de las asociaciones de afectados para la fijación de un Día Internacional del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad y respetando las medidas adoptadas por las comunidades autónomas”.
Y es que, argumentó en la defensa del texto Ascensión de las Heras, de La Izquierda Plural, la fijación de un Día Internacional del TDAH sería “muy útil” para visibilizar la situación de las personas que viven con este trastorno y concienciar a la sociedad de sus necesidades y peculiaridades.
FUENTE:

domingo, 23 de junio de 2013

"ALGUNOS PROFESORES NO ENTIENDEN QUE EL NIÑO CON TDAH ES TAN LISTO O MÁS QUE EL RESTO, PERO ES MÁS INMADURO"

Isabel Orjales, doctora en Psicología y Pedagogía y profesora de la Facultad de Psicología de UNED Madrid, impartió ayer una serie de conferencias sobre TDAH (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad) en las que abogó por una coordinación entre familia, colegios y sanitarios para beneficiar a los menores.


Gorka Alonso - Sábado, 22 de Junio de 2013 - 
PAMPLONA. La jornada de ayer fue frenética para esta doctora en Pedagogía, que llegó a Pamplona para participar en dos actividades paralelas relacionadas con el TDAH:
Por la mañana impartió una conferencia en la VII Jornada de Actualización en Psiquiatría Infantil y Adolescente, celebrada en el CIMA y organizada por la Sociedad Vasco-Navarra de Psiquiatría, la Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescente de la Clínica Universidad de Navarra y el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea, donde se dieron cita más de 140 expertos en salud mental. 
El día concluyó con otra conferencia orientada a padres con TDAH, a quienes les aconsejó y resolvió dudas y temores sobre el diagnóstico y tratamiento dentro de una jornada pionera organizada por las asociaciones ADHI, TDAH-Sarasate y Andar en Civican.
¿Cuáles son los 'puntos calientes' del TDAH?
Son aquellas preocupaciones que tienen los padres a la hora de afrontar la vida con un hijo con TDAH. Tienen que entender que se han cambiado los criterios, la intervención psicoeducativa empieza antes del diagnóstico. Está muy extendido en el ámbito educativo que hasta que no se sabe de forma fiable si tiene o no TDAH, no se empiezan a dar pasos en la intervención.
¿Qué es lo que inquieta a los padres?
Me suelen pedir mensajes para los padres que se asoman por primera vez al TDAH con el miedo de que les diagnostiquen. Están en la montaña rusa de afrontar el trastorno, sobrellevarlo, organizar los colegios, qué pasa con el niño que tiene TDAH, la importancia de la medicación, si puede o no prescindir de ella...
¿Cuándo es conveniente empezar con el tratamiento?
Tiene que empezar cuando se detectan en el niño unos síntomas que generan problemas y que no remiten con las medidas educativas habituales en la familia y en el colegio. No podemos esperar a que se produzca el anuncio y el diagnóstico en determinadas situaciones con factores estresantes, como puede ser el divorcio de los padres, que incide y agrava el trastorno y no lo generan. Por prudencia, se puede retrasar el diagnostico final hasta que se hayan podido aclarar estos aspectos, pero no se puede retrasar y esperar a la atención psicoeducativa.
¿El tratamiento es efectivo?
Si tiene TDAH va a seguir manifestando la sintomatología pero mucho más moderada. Se mejoran los síntomas y mientras el especialista va abordando el problema, también va recogiendo datos de seguimiento que ayudarán al clínico a determinar un diagnóstico diferencial más efectivo.
¿Se consigue normalizar con la madurez?
Aunque se da mucha importancia a la base neurobiológica, realmente el curso del trastorno depende muchísimo de la exigencia del entorno y de las medidas de compensación y apoyo desarrolladas. Luego hay variables con niños con buenas capacidades que sobrellevan el TDA, aunque entre el 30% y 50% de los casos, además de TDAH tiene dislexia, y es un trastorno específico del aprendizaje que va mas allá. Cuando se diagnostica el TDA hay veces que se olvida diagnosticar más y se llega a secundaria con otros problemas.
¿Cómo se pueden vincular el ámbito educativo y el ámbito sanitario en caso de niños con TDAH?
"Aunque se dan muchos cursos para explicarlo, todavía pesan muchos tópicos sobre el trastorno"
Hay que hacer un acercamiento a los médicos sobre qué tipo de intervenciones se hacen en el ámbito socioeducativo, porque la idea que se tiene, en general, es que el niño con TDAH requiere adaptaciones metodológicas. Hay un gran desconocimiento de que realmente es necesaria una intervención específica en el ámbito cognitivo, de la misma manera que un niño disléxico necesita adaptaciones en el aula, como exámenes orales, que no tengan en cuenta las faltas de ortografía... La sintomatología requiere una intervención para enseñar a estos niños estrategias para integrar su trastorno, gestionar mejor las relaciones sociales... Hay que aunar esfuerzos en la detección.
Precisamente la detección temprana es uno de los factores más importantes, ¿no?
Por supuesto. Para que a los médicos les llegue un paciente al que evaluar como TDAH, es necesario que padres y profesores conozcan y comprendan el trastorno. Aunque se les dan muchos cursos, pesan todavía muchos tópicos, como que si el niño con TDAH puede estar quieto viendo la televisión no es TDAH; o que si el niño puede estar leyendo dos horas Harry Potter no puede tener déficit de atención; o, por ejemplo, que el niño hiperactivo es el niño nervioso y lo que hay que hacer es ponerles muchas actividades, cuando eso hace que se sobreestimulen...
¿Cómo se lleva a cabo esa detección?
Hasta ahora se hace con cuestionarios, que se cumplimentan mal y de forma incompleta. Hay que ahondar en la cumplimentación de los cuestionarios para que se dé una información más completa. Hay que plantear y alertar a los médicos de que en algunos ámbitos se están interpretando los criterios en base a lo que dicen los profesores en los cuestionarios. Incluso cuando a un psicólogo le planteas que tienes tres valoraciones de diferentes profesores que no parecen tener concordancia, tienden a interpretar que uno es más objetivo, pero no caen en cosas obvias como que el profesor de Gimnasia detecta hiperactividad y el de Matemáticas déficit de atención.
¿Los cuestionarios son suficientes?
Hay que dar un feedback de un diagnóstico psicológico distinguiéndolo de la pura cumplimentación de un test. Los padres demandan al psicólogo y al colegio que hagan los test que ha dicho el médico, con la misma impresión de quien encarga análisis médicos. Tienen que entender que no es lo mismo la valoración psicológica de la médica. Detrás de simples puntuaciones de cociente intelectual hay más datos. Hay veces que niños con perfiles de temperamento moldelables, muy dependientes del evaluador, pueden dar resultados que enmarcaran el trastorno.
¿Cómo se trata el TDAH en el aula?
Las medidas son de sentido común. El niño con TDAH se fatiga más manteniendo la atención, no sólo se distrae. Pierde información y cuando el profesor dice que algo es muy importante y todos entienden que va a entrar en el examen, él no se entera. Las medidas que necesita un niño con TDAH son las medidas lógicas que necesita un niño que tiene que hacer el aprendizaje como si fuera dos o tres años más pequeño. Puede ser tan inteligente o incluso más que el resto, con altas capacidades, pero en su capacidad para mantener la atención, para perseverar en la persecución de un objetivo, organizarse en las tareas, mantener el cuaderno limpio... La inconsistencia entre lo que ellos saben y reflejan en el examen es muy alta, y se arregla entrenando a lo largo de todo el curso.
¿Hay reticencia a aceptarlo?
Algunos profesores no entienden que tienen una inmadurez crónica. Cuando ves que a los dos minutos del examen aún no ha empezado porque no se ha organizado, o los padres te aseguran que el niño se lo sabía oralmente y el examen es deplorable... Eso quiere decir algo. Es importante que los profesores entiendan que es un niño inmaduro, como si en una clase de 12 años hubiera uno de 8 años. El profesor no se plantearía si está bien diagnosticado o no, si lo sobreprotege o no, sino que lo protegería y vigilaría si se integra. El niño con TDAH es tan inteligente o más que el resto, pero es más inmaduro.
La coordinación y el seguimiento de un protocolo son importantes. ¿Cómo ve la situación de Navarra?
Navarra es una comunidad pionera. La asociación ADHI fue la primera en organizar jornadas de concienciación de TDA y que fue un modelo para otras asociaciones. Genera un gran movimiento entre las familias y entre los médicos. El protocolo es bueno, pero hay que entender qué cosas hay que profundizar para minimizar el protocolo.
FUENTE:

miércoles, 19 de junio de 2013

EL SENADO APRUEBA MOCIÓN PARA GARANTIZAR LOS DERECHOS DE ALUMNOS CON TDAH

MADRID, 19 junio 2013 (EUROPA PRESS) -
El pleno del Senado ha aprobado una moción presentada por UPN en la que se insta al Gobierno a recoger una "expresa mención" en un texto normativo estatal al derecho de cualquier alumno con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), a tener garantizados apoyos educativos durante su escolarización, con independencia de la comunidad autónoma en donde viva.
La moción, que ha incorporado una enmienda del PP para incluir también a alumnos "con otros tipos de necesidades educativas especiales", ha sido aprobada con los votos a favor del PP, PSOE y UPN, mientras que se han mostrado en contra el PNV, CiU y la Entesa, que han recordado que las competencias educativas las tienen las comunidades autónomas.
Esta moción es consecuencia de la interpelación que el senador de UPN Pedro Eza dirigió al ministro de Educación, José Ignacio Wert, el pasado 4 de junio. Entonces, el ministro se mostró "perfectamente abierto" a incluir alguna referencia específica en la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) a la atención a cualquier alumno con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH).


El principal punto de debate se ha centrado en si contemplar esta garantía en una norma estatal invade o no las competencias de las comunidades autónomas. Así, el PP y el PSOE han defendido la necesidad de incluir la protección a estos colectivos en una norma estatal, mientras que CiU, PNV e IU han criticado que se imponga a las comunidades autónomas un patrón de actuación.
El senador de CiU Ramón Alturo ha opinado que lo adecuado sería dar "ayuda a las comunidades autónomas que ya tienen en marcha programas de estas características" en lugar de imponer un criterio común por ley. También la senadora del PNV, Ruth Martínez, ha recordado que las comunidades tienen "competencias exclusivas educativas" y ha subrayado que estos alumnos ya tienen una garantía legal, por lo que, a su juicio, lo que necesitan es más recursos.
A estos argumentos ha respondido la senadora socialista María Isabel Flores, quien ha indicado que no le parecía "lógico" que los alumnos con necesidades especiales "sufran discriminaciones por el lugar en el que vivan". "Nos parece acertado que se incluya esta garantía", ha indicado Flores, quién ha lamentado, sin embargo, que no se haya incluido en la moción más recursos para el apoyo a estos alumnos.
Por su parte, la senadora del PP María del Carmen Aragón ha indicado en la misma línea que la atención a este tipo de alumnos es "competencia de todos" y ha señalado que no en todas las comunidades autónomas "están las cosas como deben estar", por lo que se ha mostrado de acuerdo en que se establezcan "las mismas condiciones en todo el territorio nacional" para garantizar la "equidad" de estos alumnos.
Durante la defensa de la moción, el senador Eza ha destacado la "especialísima vulnerabilidad" que sufren alumnos con TDAH y ha asegurado que la aprobación de la moción supone un "mensaje de esperanza a padres y madres". Este trastorno afecta a alrededor de 300.000 niños, lo que supone entre el 5 y el 8% de los escolares, y es motivo del 25 por ciento de los casos de fracaso escolar en España. Además, ha recordado que “se trata de un trastorno crónico que persiste también en adultos en un porcentaje relevante”.
Según ha explicado Eza, “se trata de que estos alumnos con TDAH sepan que tendrán todo el respaldo legal, en coincidencia con lo establecido en la Estrategia sobre Discapacidad 2010-2020 de Europa, la cual establece “el principio de equidad”, “que es el reconocimiento del derecho que asiste a todo estudiante a que sus circunstancias particulares no constituyan una dificultad, que no le sitúen en una posición de desventaja para alcanzar las metas educativas”.
“Éste es un punto de partida importante, porque en un momento de debate del sistema educativo no podíamos dejar de manifestar el apoyo a estos alumnos con TDAH, con TA o con cualquier otra dificultad, como dislexia, en distintas circunstancias. Consideramos, además, que ése es el camino de futuro: la inclusión, y desde ahí, garantizar la calidad para todos los alumnos de acuerdo con los derechos que les corresponden, que es el fundamento de nuestra pretensión”, ha concluido.
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sábado, 15 de junio de 2013

EL CONGRESO PIDE MEJORAS EN DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE LA HIPERACTIVIDAD

La Comisión de Sanidad y Servicios Sociales del Congreso ha pedido al Gobierno que desarrolle medidas para mejorar el diagnóstico y tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y solucionar así la situación de "infradiagnóstico" actual.


Madrid, EFE.- 12/06/2013
El pasado miércoles 12 de junio, se debatió una proposición no de ley defendida por el Grupo Parlamentario Popular. La iniciativa, presentada por la diputada popular María Teresa Martín Pozo en la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales de la Cámara Baja, y que ha contado con el apoyo de todos los grupos políticos, pide al Ejecutivo que tome medidas para favorecer la detección precoz, y promueva un abordaje multidisciplinar y transversal desde el ámbito sanitario, el educativo y el social.
Con este proceder, sostiene la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al TDAH (FEAADAH) y que el PP suscribe, además de impedir complicaciones en el desarrollo de los menores, “se evitarán conductas disruptivas, baja autoestima y problemas laborales” que el trastorno puede ocasionar con el paso de los años si no se trata adecuadamente.
Por todo esto, la proposición no de ley, a la que hicieron aportaciones el PSOE y CiU, apuesta, además, por estudiar la posibilidad de elaborar un protocolo de actuación que implique a las administraciones sanitarias, sociales y educativas y que cumpla con las recomendaciones establecidas en la Guía de Práctica Clínica sobre el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad en Niños y Adolescentes, publicada en 2010.
Finalmente, el texto respalda la petición de las asociaciones de afectados para que se fije un Día Internacional del TDAH
 El TDAH es un trastorno hipercinético que se inicia en la infancia, y que se caracteriza por la presencia en el menor de dificultades para mantener la atención, hiperactividad, exceso de movimiento y dificultades para controlar los impulsos.
Se desconoce la causa específica de este trastorno, pero las investigaciones realizadas apuntan a que es resultado de la combinación de factores genéticos y del desarrollo que afectan a funciones bioquímicas y metabólicas del organismo.
En España, la prevalencia del TDAH en niños es del 5 por ciento entre los 3 y los 15 años, y existe un 2 por ciento que todavía está por diagnosticar.
La diputada Martín Pozo ha advertido que algunos de ellos experimentarán "serias dificultades para adaptarse" a la escuela y, como consecuencia de ello, "sufrirán fracaso escolar y tendrán conductas antisociales en el futuro”. El TDAH está relacionado con un 10 por ciento del fracaso escolar, pero con el tratamiento adecuado la mayoría de estos niños y sus familias "no sólo llevan una vida normalizada, sino que pueden llegar a finalizar con éxito sus estudios y reinsertarse laboralmente".
FUENTE:

viernes, 14 de junio de 2013

CUANDO EL NIÑO CON TDAH NO QUIERE COMER


La comida no suele ser una de las prioridades en los niños con TDAH. 
Fundamentalmente, esta situación está condicionada por dos causas:
  • La falta de apetito. Puede ser uno de los efectos secundarios de la medicación para el TDAH, cuando ésta no está bien ajustada al peso y altura del niño.
  • El aburrimiento. Para nuestros hijos con TDAH, comer es aburrido. Siempre hay cosas más gratificantes que hacer que sentarse a comer tranquilamente siguiendo las reglas básicas de comportamiento y las buenas maneras en la mesa.

Así, en muchas familias, la hora del almuerzo o de la cena se convierte en una auténtica pesadilla, en la que se entra en el círculo vicioso “no tengo hambre, no me gusta….” “Pues no te levantas de la mesa hasta que no termines de comértelo todo…”

Diariamente, esta dinámica suele terminar en preocupantes enfrentamientos y peleas entre los progenitores y el niño cuando, esa supuesta experiencia positiva de cordial encuentro en la mesa de toda la familia, en la que debería fomentarse la relación afectiva y la socialización, se convierte en una batalla campal y una lucha de poderes: el niño empieza a retorcerse en la silla, se levanta de la mesa, corre por la habitación, juega con los cubiertos y los vasos y acumula los alimentos en uno de sus carrillos durante interminables espacios de tiempo. Es aquí cuando se pone a prueba nuestro aguante y autoridad frente a sus desafíos.
Ante todo ¡¡¡no perder la calma!!! Un niño no se muere de hambre a no ser que tenga otras enfermedades o patologías. Es preferible crear una atmósfera agradable y relajada, en la que la relación padres-hijo no se deteriore. Debemos evitar que los niños conviertan el enfado diario a la hora de comer en un rechazo habitual de la comida.


CONSIDERACIONES Y HÁBITOS ALIMENTICIOS CORRECTOS
La hora de la comida es muy importante, no sólo por alimentarse debidamente, contribuyendo a que rindan de la mejor manera posible en el colegio, sino por su componente pedagógico, para enseñarles tanto educación nutricional como las reglas de la mesa (no comer con la boca abierta, no levantarse en medio de la comida, no jugar en la mesa, etc.) a nuestros hijos.
Comer todos juntos sentados a la mesa, charlando y sin la tele encendida, es una oportunidad única en el día para compartir todo aquello que nos ha sucedido en la jornada. Pero a los niños con TDAH les cuesta estar sentados más de 3 minutos sin moverse, las conversaciones de los adultos les aburren y las judías con patatas no les gustan nada. Lo que quieren es levantarse, jugar con la comida, probar sólo aquello que les gusta e irse a jugar con sus juguetes.

He aquí algunas consideraciones que pueden facilitar el quehacer diario:
Un momento de convivencia agradable
La hora de las comidas tiene que ser un momento de placer, encuentro, diálogo y relación afectiva con el niño. Si todos los miembros de la familia llegamos cansados y aburridos, predispuestos para lo que ya se ha convertido en rutina, es decir, una guerra continua padres - hijo,  el niño no tendrá ninguna gana de formar parte de esa “ceremonia”.
Así, puede convertirse  en inapetente el niño manejado por una madre autoritaria y nerviosa, con una actitud negativa de gritos ademanes bruscos o impositivos. Entonces se crea un ambiente tenso de disgusto, con prisas y amenazas, introduciendo factores emocionales añadidos y que transforman el comer en un símbolo de lucha entre la madre y el hijo.
Por otra parte, se recomienda que el momento del almuerzo o de la cena sea una actividad en familia, en vez de ser una actividad individual, en la que es más fácil que el niño se aburra.
No le presiones
Hay palabras que transforman en un drama la situación más banal. Debemos desterrar de nuestro vocabulario expresiones como: “¡Termínate el plato!” o “Si no hay judías verdes, no hay postre!”. Esta es la mejor manera de que el pequeño se niegue a comer. Es más fácil que empiece a comer si el niño no se siente presionado.
No te enfrentes a un niño que no quiere comer, él buscará agotar tu paciencia. Trata de decirle pacientemente: “De acuerdo, no comes en la mesa, pero si tienes hambre dos horas más tarde, tendrás que esperar a la cena”. Eso sí, no le dejes picotear durante la tarde. Y después, deja de lado el tema de la comida para hablar con él de otras cosas.
Como decimos, es importante crear una atmósfera agradable, de charla e intercambio. Pero tampoco es un momento para ver la televisión ni para jugar. La hora de la comida es para comer. Sabemos que no podrá parar quieto y que jugará con los utensilios de la mesa, lo que no significa que le permitamos jugar con juguetes.
Hacer de la hora de la comida un momento de diversión
Haz que intervenga en el “ritual” de la comida. 
A cada edad puede realizar una labor: a partir de los 18 meses, puedes comenzar a llevarle al mercado y enseñarle las verduras y frutas por colores y por nombres. Una vez en casa, déjale ayudarte a ordenarlas, lavarlas y colocarlas en el plato o la fuente una vez cortadas. A los 2 años pídele que ayude a elegir el mantel, a poner las servilletas o coger flores para el centro de la mesa. Desde los 3 años, si sus movimientos son ya suficientemente coordinados puede colaborar colocando los platos y cubiertos en la mesa. A partir de los 4 años puede ayudarte a hacer una receta o puede hacer él mismo una receta sencilla, bajo tu supervisión y, que sin duda, ¡le abrirá el apetito!. Si se involucra se sentirá parte del proceso.
Si después de esto nuestro hijo sigue sin tener hambre, pídele que se siente en la mesa aunque no coma. Lo importante es no hacer un drama de la alimentación.
Promover una conversación positiva y agradable durante las comidas suele evitar significativamente el aburrimiento, especialmente si se tratan temas que interesen al niño.


Las rutinas y los hábitos. Respetar los horarios
Las rutinas y los hábitos son elementos indispensables en la vida de los niños con TDAH. Igualmente, la comida debe seguir una rutina preestablecida.
Es importante que se respete un horario fijo para las comidas, creando así un hábito. Si se le hace esperar demasiado tiempo o se le da la comida cuando no tiene hambre, la situación llegará a convertirse en un problema.
No dilatar el tiempo de duración de la comida
Como los niños con TDAH pueden aburrirse enseguida demorándose en exceso, aunque haya que tomarse un tiempo para comer y masticar tranquilamente, tampoco debemos dilatar la duración del almuerzo o el niño se cansará. Por tanto, debemos servir la comida con mucha agilidad y motivar al niño para que no se aburra. Es preferible quitarle el plato en un tiempo prudencial que dejarlo durante horas delante de él.
Si le incentivamos para valerse por sí mismo ante la comida, estaremos consiguiendo un interés y apetencia por la misma.
Proporciónale una alimentación variada
No es conveniente hacer una comida nueva si no le gusta, pero tampoco debemos caer en el error de  prepararle sólo las comidas que sabemos que le gustan para evitar el conflicto a la hora de comer. La madre tiene que decidir lo que su hijo debe comer y no al contrario. Si por rutina no quiere lo que se le presenta, no debemos prepararle otro plato, y es mejor que no coma a que él decida lo que va a comer. Esto no quiere decir que tenga que gustarles absolutamente todo. Si un niño sigue una alimentación variada y sana, no pasa nada porque haya algún alimento que no le guste y evitemos ponérselo.
Igualmente, debemos tener cuidado para no transmitir negativamente nuestros gustos culinarios a nuestros hijos, ofreciendo sólo aquellos alimentos que a nosotros nos gustan. Debemos darles de comer de todo, aunque no nos guste comerlo o prepararlo.
Nosotros somos el modelo a imitar y los niños aprenden imitándonos en todo. Si nunca nos ven comiendo fruta, ¿cómo podemos pretender que ellos la coman?
Haz atractivos los platos
Que nuestros hijos tomen algunos alimentos como la fruta o la verdura puede resultar una pesadilla. Con algunos trucos podemos conseguir engatusar los estómagos más caprichosos para que coman de todo: seamos creativos cuando preparemos los platos. Podemos variar las formas de las verduras, córtalas de diferentes formas, en palitos por ejemplo, que podrán mojar en salsas (purés) de colores y texturas diferentes. Podemos cortar la fruta en pequeños trozos y ensártala en un palito a modo de brocheta. Utiliza la imaginación para hacer agradable los platos que menos le gustan. No hay duda que disfrutarán ese momento festivo  y les hará olvidar que bajo esos adornos de colores se encuentra el puré de zanahoria que tanto les desanima.
Refuerzo positivo
Debemos demostrarles frecuentemente con elogios, que valoramos su esfuerzo e intentos por comportarse adecuadamente en la mesa o por comer con diligencia, y cualquier otro avance a la hora de la comida
Legalizar el movimiento
Otro factor que hay que tener en cuenta es que nuestros hijos necesitan moverse con frecuencia y como todos los niños, desarrollan intensamente sus conocimientos a través de los sentidos. No debemos prestarles atención si se porta mal. Les gusta verlo y tocarlo todo. Hay que permitir, por lo tanto, una flexibilidad en cuanto a los hábitos en la alimentación para que el niño tome parte activa en la misma. Debemos legalizar que se levante con la excusa de traer más pan, por ejemplo. No podemos pretender que permanezca en la mesa hasta que todos los comensales terminen, ya que les resultaría un esfuerzo excesivo.
De la misma manera, debemos dejarle que toque los alimentos y juegue con la cuchara. Esto, además, facilitará que desarrolle sus habilidades psicomotrices. Según vayan creciendo y su hiperactividad se vaya interiorizando, aprenderán a permanecer tranquilos en la mesa.
Normas y límites
Tampoco es conveniente que les exijamos muchas normas a la vez en la mesa. Sabemos que en la educación de los niños con TDAH, las reglas tienen que ser pocas, secuenciadas y priorizadas, hasta que las aprenda. Después podremos introducir otras nuevas: primero que coma, después ya puedes introducir normas, como utilizar la cuchara, no meter las manos en la comida, sentarse correctamente, no ensuciar la mesa, cerrar la boca, recoger su plato, etc.
Raciones equilibradas
A veces, angustiados por la falta de apetito de nuestros hijos, exageramos el tamaño de las raciones y queremos que coman más de lo que necesitan. Aunque esté delgado, si nuestro hijo está fuerte y sano no debemos preocuparnos de que coma poco, siempre que lo que coma sea complementario y equilibrado. No hay que “atiborrar” a los niños y pensar que cuanto más coman, más sanos estarán.
La cantidad que les pongamos debe ser la adecuada para que se termine el plato. Es mejor que repita  a que se desanime ante un plato muy colmado y se sienta incapaz de terminarlo. Para el niño, es muy gratificante terminarse todo y luego pedir más. Si la comida consta de dos platos, modera el primero para que pueda comerse el segundo.
El niño debe hacer cuatro o cinco comidas al día y no se le debe permitir picar fuera de las horas asignadas para el alimento. Si los niños son mayores y pueden abrir la nevera o los armarios de la cocina, debemos vigilar que no cojan lo que ellos quieran cuando ellos decidan. Nuestra postura debe ser paciente, pero firme y constante, y debemos mantener la disciplina de comer a sus horas, si queremos que su alimentación se normalice.
Los alimentos como disuasión
Tampoco debemos utilizar el alimento como premio o castigo. “Si no te lo comes todo, no saldrás al parque a jugar” o “Si no ordenas tus juguetes, no hay postre”. A menudo los padres utilizan estos argumentos para conseguir algo de nuestros hijos. Sin embargo, es preferible entender la comida como un hecho cotidiano y básico y no como una herramienta para disuadir.
Cuando hay ansiedad
Por el contrario, hay niños que toman la postura contraria y devoran sin degustar la comida. Esta voracidad ante el alimento nos está hablando de un problema de ansiedad. Debemos reflexionar y atender a las causas, además de procurar motivarle para que coma más despacio, saboreando los alimentos y tomando una postura reposada en la comida.
Por último…
No nos olvidemos que nuestro pequeño copia nuestro comportamiento. Es muy importante por lo tanto que vea en nosotros el placer de comer. Comer implica muchas más cosas que el simple hecho de engullir y digerir. En cuanto tenga edad, ponle cuanto antes a tu lado en la mesa junto con el resto de la familia y haz de ese instante un momento de convivencia.
Es importante que en la alimentación prime la calidad en vez de la cantidad, y usar técnicas agradables alrededor de la mesa.
Es necesario puntualizar que las ideas expuestas anteriormente sirven para trabajar con niños con TDAH, aunque no tendrán la misma eficacia si presentan además un trastorno oposicionista desafiante.

CONSEJOS NUTRICIONALES
El niño con TDAH tiene una fuerte impulsividad, que junto a esa necesidad descontrolada de buscar estímulos gratificantes, se manifiestan en una serie de comportamientos inadecuados que pueden llegar a afianzarse. Estos también están presentes a la hora de realizar las diferentes comidas del día. Pero debemos tener presente que el niño no cambia sus hábitos de un día para otro. Se trata de un proceso lento que puede durar meses y en el que es posible que, en el aspecto nutricional, el niño coma menos.
El objetivo fundamental es aportarle los alimentos suficientes para recibir las calorías y los nutrientes necesarios para que su actividad diaria y rendimiento escolar no se vean afectados.


PIRÁMIDE DE LA ALIMENTACIÓN SANA
Para conseguir todo lo que vemos en la pirámide nutricional hay que actuar en la comida más importante del día: el desayuno, que debe ser nutritivo, para evitar la fatiga, y comer alimentos saludables a media mañana.
Los alimentos, como los lácteos, grasas, frutas y cereales, mediante una rica mezcla entre todos, hacen del desayuno una deliciosa primera comida.
Las frutas, antes o después de la comida, siempre traerán beneficios para la salud y un correcto crecimiento, aportándole vitaminas del grupo A, B y C, fortaleciendo el sistema inmunológico.
La Agencia Española de Seguridad alimentaria y Nutrición (AESAN) reconoce que la población infantil es un grupo vulnerable a desequilibrios nutricionales.
Aporte energético: la comida debe aportar el 35% de la energía total de las necesidades diarias.
Perfil calórico: se recomienda en el menú que la grasa aporte más del 30-35% de la energía. Las proteínas un 12-15% del contenido calórico y el resto de los hidratos de carbono.
Perfil lipídico: las grasas saturadas no deben de aportar más del 10% de la energía total.
Aporte de micronutrientes, como vitaminas y minerales: se deben incluir a diario.

METILFENIDATO. EFECTO SOBRE EL APETITO
Dos tipos: liberación inmediata y liberación prolongada.
Efectos secundarios más frecuentes:
  • Pérdida de apetito.
  • Retraso en la conciliación del sueño.
Estos efectos secundarios suelen desaparecer al reducir la dosis aunque, generalmente, disminuyen con el tiempo.
  • Si el niño se siente inapetente después de tomar el medicamento, dale la dosis después del desayuno.
  • Como probablemente no tenga apetito a la hora  del almuerzo, compensa con una buena cena por la noche y ten siempre a mano bocadillos nutritivos de bajas calorías.
  • Si la inapetencia se prolonga, el médico deberá decidir si se rebaja la dosis o si suspende el medicamento, por ejemplo, los fines de semana.


UN MENÚ EQUILIBRADO

¿Qué debe de incluir un menú equilibrado?
Los niños en edad escolar tienen unos requerimientos nutricionales muy exigentes, por varios motivos:
  • Desarrollo físico y crecimiento
  • Esfuerzo intelectual
  • Actividades extraescolares
  • Hiperactividad
DESAYUNO
Debe contener proteínas, una importante cantidad de hidratos de carbono y fruta:
  • Un vaso de leche con o sin cacao.
  • Pan integral o blanco, con aceite de oliva (la cantidad dependerá de cada niño).
  • Embutido no graso (jamón dulce, pechuga de pavo, queso tierno,…).
  • Una pieza de fruta o zumo, o cereales con leche.
COMIDA Y CENA
La comida y cena deberían aportar los siguientes alimentos:
  • Pescado azul. Por su alto contenido en fósforo. Imprescindible para una buena concentración y memorización.
  • Carnes rojas. Con un día a la semana es suficiente, pero son necesarias por la vitamina B12.
  • Verduras y legumbres. Este debería ser un plato imprescindible por su alto contenido en vitaminas y minerales.
MERIENDA
Debería tener los mismos ingredientes que el desayuno, pero no tan contundentes en cuanto al tamaño de la porción. Debe incluir:
  • Frutas dulces o cítricas. Fuente de vitaminas del grupo B1 y B2, con la naranja como máximo exponente, rica en vitamina C, que fortalece el sistema inmunológico.


ALIMENTOS NUTRITIVOS
Cuando existe una falta de apetito, debe de primar la calidad a la cantidad.
PRIMER PLATO: por su aporte vitamínico y energético
  • Verduras
  • Hortalizas
  • Patatas
  • Pastas
  • Arroz
  • Legumbres… 
SEGUNDO PLATO: alternar productos ricos en aminoácidos, esenciales para mantener su estructura corporal.
  • Carnes
  • Pescados
  • Huevos
La comida irá acompañada de pan y agua, mejor que bebidas carbonatadas.
  • El agua es importante en la salud de los niños. Los niños hiperactivos fomentan mucha actividad física y, por consecuencia, se deshidratan más rápidamente. La cantidad de agua es relativa. Se aconseja de 4 a 6 vasos de agua.
  • Para la elaboración de las comidas, usar preferiblemente aceites vegetales monoinsaturados (aceite de oliva) o poliinsaturados (aceite de girasol, maíz).
  • Utilizar el tamaño de platos para engañar visualmente la cantidad de comida. Usando un plato más grande, el niño creerá que come menos cantidad.
  • No abusar de los alimentos precocinados como nuggests de pollo o varitas de merluza.
  • Leche y yogur mejor que natillas y flanes.
  • Evitar dulces con aceites de coco y palma. Intentar utilizar dulces caseros mejor que los elaborados industrialmente.
REFLEXIÓN FINAL
Comer más no es estar mejor alimentados y nutridos.
FUENTES:
¿Falta de apetito en TDAH? Consejos nutricionales a padres. Rafaela Torres Herruzo.