TDAH = Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

domingo, 20 de febrero de 2011

PADRE DE UN NIÑO CON TDAH


"Tengo un hijo con TDAH. Escribo este comentario, no para refutar a las muchas personas que aquí opinan gratuitamente sin saber lo que es este trastorno (que no enfermedad), sino para ayudar a aquellos padres que pasan por lo que mi mujer y yo pasamos, estamos pasando y pasaremos lo que nos quede de vida. Queremos a nuestro único hijo más que nada en este mundo y las decisiones que se tienen que tomar cuando la vida te da un hijo diferente, son de las decisiones más duras a las que te puedes enfrentar.
Desde la guardería, el parvulario y la primaria: diversos profesores, educadores y personas que estuvieron con nuestro hijo al cargo, siempre nos hicieron comentarios de que era un niño diferente. Pero no por mal comportamiento (mi hijo era y es un trozo de pan), sino por su distracción constante, su nulo aprendizaje, su imán para tener o provocar accidentes, su indolencia (pensábamos entonces que era un vago) y otras muchas pequeñas cosas en las que no se parecía a la mayoría de chicos de su edad. Tras mucho pensar (y créame cuando le digo mucho), mi mujer y yo decidimos poner el caso en manos de una psicóloga colegida para averiguar qué estaba pasando. Pasaron meses, entrevistas de ella con sus profesores y tutores, con nosotros y familiares. Rellenamos varios cuestionarios; sometió a nuestro hijo a varios test y pruebas intelectuales e, incluso, una revisión oftalmológica, para descartar problemas de visión. Su diagnóstico fue claro: TDAH. ¿Qué hacer a partir de ahí? Nos informó qué era exactamente ese trastorno, sus,  hasta ahora, conocidas causas y, sobre todo, sus posibles tratamientos. Se nos calló el mundo encima cuando habló de medicación. ¿Cómo medicar a un niño de por vida? Psiquiatría, Psicología... ¿Pero que era todo eso...?
Han pasado varios años. Está controlado por su psiquiatra, que sólo vigila como va con la medicación, si le va bien y progresa y si, físicamente, tiene algún efecto secundario. La verdad, tiene muy poco apetito y es un niño delgado, pero nada más. Está controlado también por la psicóloga, que le ayuda en el desarrollo de su personalidad, nos da pautas de comportamiento a nosotros y a sus profesores y tutores, en periódicas reuniones para saber cómo tratarlo. Resultado: nuestro hijo está perfecto, es un niño de su edad, bien con sus estudios con constantes felicitaciones de sus tutores, con más amiguitos que nunca. Sigue siendo muy movido, pero rara vez tiene algún percance. Hace deporte, juega, estudia, se relaciona y hace cualquier cosa que hagan los demás. Es feliz porque sabe lo que le pasa y el esfuerzo que está haciendo para superarse, todos lo valoramos, él y  las personas que estamos a su alrededor. De verdad, ¿hay alguien que piensa que se medica a un hijo para que no te moleste o que lo llevas a un psiquiatra y a un psicólogo porque eso es de ser muy modernos? Como ya he dicho al principio, son decisiones muy difíciles y gracias a ello, nuestro hijo está bien".
ANTONIO ROMERO
FUENTE:

jueves, 17 de febrero de 2011

ENTREVISTA AL DR. FRANCISCO MONTAÑÉS. Jefe Psiquiatría Hospital Fundación Alcorcón

En los últimos años, se ha observado que uno de cada tres niños padece un trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Los niños con TDAH suelen tener problemas de conducta al llegar a la edad adolescente, algunos incluso en la adulta. Si se trata de forma precoz pueden reducirse a la mitad todos aquellos problemas que conlleva su enfermedad, de manera que al llegar a ser adultos puedan llevar una vida normal. El doctor Francisco Montañés, jefe de psiquiatría del Hospital Fundación de Alcorcón, explica en qué consiste el trastorno de TDAH y de qué manera se maneja a estos pacientes.
Diagnóstico del TDAH
El TDAH es un trastorno que no se diagnostica por test sino por entrevista. Los síntomas cobran una gran importancia ya que hablamos de trastornos asociados a problemas de aprendizaje tanto en escritura, como en lectura o cálculo. Además de los problemas de ansiedad y de conducta que puedan acarrear, siempre hay que otorgarle gran importancia al déficit de atención, que es el punto clave donde hay que centrarse. Hace unos años se achacaban los síntomas a una fase de desarrollo propia del menor sin comprender que se trataba de una patología. Hoy en día, no solo no ocurre eso, sino que además, al haber cobrado esta enfermedad un nivel tan mediático, se producen casos de diagnóstico falso.  
Importancia del Diagnóstico Precoz
Un buen número de casos de estos niños mejoraría por sí solo, pero lo harían tras pasar la edad académica, con lo que hablaríamos de fracaso escolar y de problemas de autoestima asociados. Por eso es tan importante el diagnóstico precoz, ya que así se puede interponer el tratamiento adecuado que evite esas consecuencias futuras. Los padres son los que deben llevar al niño al médico de atención primaria para que éste lo derive al psiquiatra infantil.  
Síntomas Básicos
Los síntomas básicos son de tres tipos. La inatención, la hiperactividad y la impulsividad. La hiperactividad es muy fácil de ver puesto que el niño no puede quedarse quieto y, de hecho, es el signo más reconocible en esta enfermedad. Con el tiempo, también se vio que existían niños inatentos que no generaban molestias a su alrededor, pero cuyos resultados académicos no eran los que se esperaban. Son niños que se equivocan y cometen muchos errores porque no son capaces de prestar atención. También hablamos de impulsividad, el tercero de los tres síntomas clave que siempre habrá que tener en cuenta y valorar. Los síntomas van mejorando con el tiempo y los adultos que han sufrido TDAH acaban por mostrar más la parte de inatención que cualquiera de las otras dos. Hablamos de personas despistadas, que se olvidan de las cosas y que siempre llegan tarde.
Tratamiento
El tratamiento que se recomienda es la combinación de terapia con la toma de fármacos. Hay que tener en cuenta que nos referimos a un trastorno que dura muchos años, así que el tratamiento también será largo. Incluso, la medicación se suspende en algunas ocasiones, porque se sabe que habrá un cambio en la evolución del niño, se hace un descanso y se efectúa una evaluación para saber si la medicación sigue siendo necesaria o no. Las evaluaciones deben ser anuales, y deben complementarse con la información que den los padres y los profesores. Los profesores suelen conocer las claves para saber qué hacer ante este tipo de niños, con lo que también tendrán un papel activo en su manejo diario.
¿Es un Trastorno Genético?
Lo cierto es que el componente genético juega un papel muy importante en el TDAH. Si un hermano está afecto de esta patología existen un 40% de posibilidad de que el otro lo tenga. A veces, incluso los padres lo han padecido de pequeños y se reconocen en los síntomas descritos en su hijo. En la consulta se evaluará tanto al paciente como a los padres y a los hermanos. Lo cierto es que, cuando uno de los progenitores también tiene ese problema, es difícil realizar la terapia, ya que su déficit de atención frenará la evolución de ésta.
FUENTE:

sábado, 12 de febrero de 2011

TDAH. Resolución del Congreso de los Estados Unidos. 19 JULIO 2005

Aunque este escrito se redactó en el 2005, con pesar, podemos comprobar que, hoy en día, sigue estando vigente:
 19 julio 2005 Resolución del Congreso de los EEUU, designando el 14 de Septiembre del año 2005 como el “Día Nacional de Toma de Conciencia del Trastorno por Déficit de Atención”

Considerando que, el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) (también conocido como AD/HD o ADD), es un trastorno neurobiológico crónico, que afecta tanto a niños como a adultos, que puede interferir significativamente con la habilidad individual para regular el nivel de actividad, inhibir el comportamiento, y atender a las tareas de manera apropiada al momento de desarrollo; Considerando que, el TDAH puede provocar consecuencias desbastadoras, incluyendo el fracaso en la escuela, en el lugar de trabajo, comportamiento antisocial, enfrentamiento con el sistema de justicia, dificultades interpersonales y abuso de sustancias;
Considerando que, el TDAH, es el trastorno mental de la infancia más extensamente estudiado y que se estima que afecta del 3 al 7 por ciento (2.000.000) de jóvenes en edad escolar y que se calcula que también afecta al 4 por ciento (8.000.000) de los adultos de todas las razas, etnias y niveles socioeconómicos;
Considerando que los estudios científicos claramente indican que el TDAH tiene un origen familiar y que sugieren que la herencia genética es un factor importante de riesgo; ya que entre el 10 y el 35 por ciento de los niños con TDAH tiene un familiar en primer grado con TDAH, y que el 50% de los padres que han tenido TDAH tienen un hijo con el trastorno;
Considerando que, a pesar de las serias consecuencias que pueden manifestarse en las experiencias de vida y en la familia de un individuo con TDAH, los estudios indican que menos del 85% de los adultos con el trastorno son diagnosticados y que menos que la mitad de los niños y adultos con el trastorno están recibiendo tratamiento; considerando que los pobres y las comunidades minoritarias están particularmente fuera del alcance de los recursos para afrontar el TDAH;
Considerando que la Oficina del Cirujano General (Surgeon General), la Asociación Americana de Medicina (AMA), la Asociación Americana de Psiquiatría, la Academia Americana de Psiquiatría del niño y el Adolescente (AACAP), la Asociación Americana de Psicología, la Academia Americana de Pediatría (AAP), el Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC), y el Instituto Nacional de Salud Mental, entre otras, reconoce la necesidad de un diagnostico apropiado, educación, y tratamiento para el TDAH; por lo tanto, la falta de conocimiento público y comprensión del trastorno puede jugar un rol significativo en incrementar abrumadoramente el número de casos no diagnosticados y no tratados de TDAH y la divulgación de información inexacta, confusa que contribuye a obstaculizar el diagnóstico y el tratamiento precoz del trastorno.
Considerando que, la falta de conocimiento, combinado con el estigma asociado al TDAH tiene un particular efecto perjudicial sobre el diagnóstico y tratamiento del TDAH;
Considerando que, es necesario educar a los profesionales de la salud, empleados y educadores acerca del trastorno y que se necesitan profesionales de la salud mental bien entrenados capaces de realizar de manera apropiada diagnósticos y tratamientos; y por tanto el Instituto Nacional del Salud Mental y otros organismos hacen saber consistentemente que a través de un diagnóstico y un tratamiento apropiado y comprensivo, los síntomas del TDAH pueden ser substancialmente disminuidos y la calidad de vida del individuo puede ser mejorada:
Por lo tanto, resolvemos que el Senado:
·         Designa el 14 de septiembre del año 2005 como el “Día Nacional de Toma de Conciencia del Trastorno por Déficit de Atención (TDAH)” (‘‘National Attention Deficit Disorder Awareness Day’’);
·         Reconoce que el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una importante preocupación de salud pública;
·         Alienta al pueblo de los Estados Unidos a investigar más acerca del TDAH y de los servicios de salud mental que lo tratan, y buscar apropiado tratamiento y apoyo, si fuera necesario;
·         Expresa el sentir del Senado de que el Gobierno Federal tiene una responsabilidad en:
Ø  Esforzarse en aumentar la conciencia pública en torno del TDAH;  
Ø  Continuar considerando las maneras de mejorar el acceso y calidad de los servicios de salud mental para los niños y adultos con TDAH;

jueves, 10 de febrero de 2011

Cuando pensabas que no te veía...


Cuando pensabas que no te veía, te vi pegar mi primer dibujo al refrigerador e, inmediatamente, quise pintar otro.
Cuando pensabas que no te veía, te vi arreglar y disponer de todo en nuestra casa para que fuese agradable vivir, pendiente de detalles y entendí que las pequeñas cosas son las cosas especiales de la vida.
Cuando pensabas que no te veía, te escuché pedirle a Dios y supe que existía un Dios al que le podría yo hablar y en quien confiar.
Cuando pensabas que no te veía, te vi preocuparte por tus amigos sanos y enfermos y aprendí que todos debemos ayudarnos y cuidarnos unos a otros.
Cuando pensabas que no te veía, te vi dar tu tiempo y dinero para ayudar a personas que no tienen nada y aprendí que aquellos que tienen algo deben compartirlo con quienes no tienen.
Cuando pensabas que no te veía, te sentí darme un beso por la noche y me sentí amado y seguro.
Cuando pensabas que no te veía, te vi atender la casa y a todos los que vivimos en ella y aprendí a cuidar lo que se nos da.
Cuando pensabas que no te veía, vi como cumplías con tus responsabilidades aún cuando no te sentías bien y aprendí que debo ser responsable cuando crezca.
Cuando pensabas que no te veía, vi lágrimas salir de tus ojos y aprendí que algunas veces las cosas duelen y que está bien llorar.
Cuando pensabas que no te veía, vi que te importaba y quise ser todo lo que puedo llegar a ser.
Cuando pensabas que no te veía, aprendí casi todas las lecciones de la vida que necesito saber para ser una persona buena y productiva cuando crezca.
Cuando pensabas que no te veía, te vi y quise decir: ¡Gracias por todas las cosas que vi, cuando pensabas que no te veía!
"NO TE PREOCUPES PORQUE TUS HIJOS NO TE ESCUCHEN...TE OBSERVAN TODO EL DIA".
(Quiero agradecer a Mar López esta aportación al Blog)

sábado, 5 de febrero de 2011

El cazo de Lorenzo

El cazo de Lorenzo es un cuento metafórico que habla de las diferencias entre las personas y la superación de sus dificultades para sobrellevar el día a día.
Un libro escrito por Isabelle Carrier